Esta noticia nos hace ver la realidad de los jóvenes de nuestro país, ya que tan sólo el 19,3% de los jóvenes españoles han conseguido la emancipación en solitario con una única fuente de ingreso. La edad media a la que se abandona la casa familiar (29,3 años) es la sexta más alta en Europa.
El
porcentaje de ingresos que esos
menores de 30 años deben destinar para acceder a una vivienda supera el 30%
recomendable. En el caso de los asalariados en solitario el alquiler se come un
88,8% de sus ingresos y la compra un 61%.
Las
políticas de precio aplicadas para
controlar la demanda, supone una discriminación por motivos sociales en el caso de viviendas para jóvenes, si no fuera
por la ayuda familiar, muchos no conseguirían independizarse. Los padres
colaboran con el aval de la hipoteca o haciendo un préstamo a bajo interés o
sin interés.

Las
promotoras, conscientes de las dificultades de los jóvenes y de que los
necesitan si quieren sostener su negocio, dan vueltas a fórmulas que hagan el milagro. Algunas empresas acaban de lanzar
una campaña con descuentos de hasta
10.000 euros en el precio final para ayudar a la emancipación; otras han
comenzado la venta de promociones en las que habrá varios pisos flexibles y
adaptables para jóvenes.
El
problema de la vivienda no se ajusta a las teorías
sobre el precio, ya que estas teorías como por ejemplo la económica aunque el precio de la vivienda disminuya no se compra más,
ya que los bajos salarios no dan para hacer frente a los elevados precios.
Los factores que determinan la subida del precio de estas viviendas son internos como los costes, objetivos financieros, capacidad productiva… también influyen factores externos como los precios de la competencia, la elastidad de la demanda, consideraciones ...
https://elpais.com/economia/2018/11/22/actualidad/1542902550_758805.html
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